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Quizás a alguna de vosotras os ha comentado vuestro/a ginecólogo/a o matrona en alguna de las consultas de seguimiento del embarazo que tenéis un “riesgo más alto para tener un parto prematuro” que otras personas. ¿Y esto, por qué es?
El parto prematuro o pretérmino es aquel que sucede antes de la semana 37 de gestación . Hay muchos factores que influyen en que esta situación se produzca, vamos a hacer un pequeño repaso de aquellos factores que pueden hacer que aparezca o que se repita:
·Si tienes antecedentes de un parto prematuro anterior, tienes un 15% más de probabilidad de que se repita. Si han sido varios partos pretérminos, el riesgo aumenta.
·Si has tenido intervenciones quirúrgicas en tu útero o tienes alguna malformación.
·Si eres de raza negra, tu riesgo se multiplica por 3.
·Si tienes una edad extrema (o muy joven o muy mayor), el riesgo se multiplica por 10.
·Si eres fumadora, puedes disminuir el riesgo de un parto prematuro dejando de fumar (reduces un 20% el riesgo).
·Si el tiempo entre un embarazo y el siguiente es menor a 12 meses, también se aumenta el riesgo de un parto prematuro.
·Si sufres alguna enfermedad periodontal, podría tener alguna influencia también en que se desencadene el parto antes, así que una visita a tu dentista siempre viene bien.
·Si te hacen una ecografía y descubren que tienes el cuello uterino acortado para tu edad gestacional.
·Si en una analítica de orina detectan presencia de bacterias se debe poner tratamiento, aunque tú no tengas ningún síntoma, ya que puede desencadenar el parto también.
·Las infecciones vaginales (vaginosis bacterianas) también pueden influir, por lo que su detección y tratamiento precoz ayudaría a evitar el riesgo.
·En situaciones como la rotura de bolsa de forma prematura o los sangrados abundantes en el 3º trimestre de embarazo, también aumentan las complicaciones relacionadas con la prematuridad.
¿Qué se suele proponer para reducir el riesgo de que se desencadene el parto?
Como podéis imaginar hay muchos factores que se escapan de vuestras manos, por lo que se propondrán diversos tratamientos, bien de forma ambulatoria o a veces, precisando de ingreso en un centro sanitario para mayor control.
En la forma ambulatoria, aparte de aumentar la frecuencia de las visitas y los controles, se suele utilizar la Progesterona vaginal, suele ser preciso bajar el ritmo de vida y eso, a veces, conlleva baja laboral y realizar un “reposo relativo”. Si tienes anemia, el hierro está indicado ya que mejora los resultados perinatales, y aunque todavía se necesitan más estudios, la ingesta de productos lácteos ricos en probióticos podría reducir la frecuencia del parto prematuro (yogur, kéfir).
Fuente: Protocolo del Manejo de la paciente con riesgo de parto prematuro. 2015. Hospital Clinic. Hospital Sant Joan de Déu