




El edadismo es la discriminación o prejuicio hacia las personas basado en su edad. Suele ser más evidente hacia las personas mayores, pero también puede afectar a los más jóvenes. En el caso de las mujeres, el edadismo tiene un impacto particular, ya que a menudo se combina con otras formas de discriminación como el sexismo.
El edadismo tiene una influencia significativa en la salud de las mujeres, ya que no solo afecta su bienestar emocional y psicológico, sino también su acceso y calidad de atención médica. Algunos de los efectos más comunes incluyen:
1. Salud mental deteriorada: La discriminación por edad puede generar estrés crónico, ansiedad y depresión en las mujeres. Sentirse ignorada, desvalorada o “invisible” debido a la edad puede contribuir a trastornos emocionales, como la baja autoestima, la tristeza o la sensación de soledad. Esto afecta directamente su bienestar mental y puede desencadenar otros problemas de salud.
2. Acceso limitado a atención médica adecuada: Las mujeres mayores a menudo enfrentan la subestimación de sus necesidades de salud, con profesionales de la salud que pueden no tomarlas en serio debido a prejuicios relacionados con su edad. Por ejemplo, pueden pasar por alto síntomas o asumir que ciertos problemas son “normales” para la edad, cuando en realidad pueden ser signos de afecciones tratables. Esto puede llevar a diagnósticos tardíos o a la falta de un tratamiento adecuado.
3. Reducción en la calidad del cuidado preventivo: El edadismo puede llevar a que las mujeres de mayor edad no reciban el mismo nivel de atención preventiva (como chequeos regulares, pruebas de cáncer, o asesoramiento sobre salud reproductiva) que las mujeres más jóvenes. Esto puede resultar en una detección tardía de problemas de salud y un mayor riesgo de enfermedades crónicas.
4. Aislamiento social y físico: El edadismo puede provocar que las mujeres se sientan más aisladas y menos inclinadas a participar en actividades sociales o físicas. La falta de apoyo social y la falta de actividad física pueden tener efectos negativos en su salud cardiovascular, movilidad y bienestar general.
5. Impacto en el envejecimiento saludable: El envejecimiento saludable implica mantener un estilo de vida activo y participar en la toma de decisiones sobre la propia salud. Cuando las mujeres sienten que la sociedad las discrimina por su edad, pueden perder la motivación para mantener hábitos saludables, lo que a su vez afecta su calidad de vida y su longevidad.
6. Exposición a violencia y abuso: El edadismo puede contribuir a que las mujeres mayores sean más vulnerables a ser víctimas de abuso, ya sea físico, emocional o económico, debido a la falta de recursos, visibilidad y apoyo social. El aislamiento derivado de este tipo de discriminación también aumenta el riesgo de maltrato y explotación.
En resumen, el edadismo no solo afecta la percepción de las mujeres sobre sí mismas, sino que tiene consecuencias concretas y dañinas en su salud física y mental. Es fundamental luchar contra estos prejuicios y fomentar una sociedad inclusiva y equitativa, en la que se valore a las mujeres en todas las etapas de la vida.
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